¿Qué es el maltrato por abuso de poder entre iguales?
Definición y términos asociados
Definiciones
¡No confundas los términos!
Aunque hay varias definiciones de maltrato por abuso de poder entre iguales que incluyen formas de intimidación, de acoso psicológico, de exclusión o de expansión de rumores (Olweus, 1999), queremos destacar la siguiente:
El maltrato por abuso de poder entre iguales es un "tipo perverso de relación interpersonal que tiene lugar de modo prototípico en el seno de un grupo y se caracteriza por comportamientos reiterados de intimidación o exclusión dirigidos a alguien que se encuentra en una posición de desventaja" (del Barrio, Martín, Almeida y Barrios, 2003, p. 1).

¡ATIENDE A LAS RELACIONES DE AMISTAD QUE EXISTEN EN TÚ AULA!
En las relaciones de amistad a veces pueden surgir desequilibrios o juegos que son aceptados y acordados por el grupo. Sin embargo, si consiste en la existencia de burlas desagradables y ofensivas con un claro objetivo, siendo además diferenciadas como claras señales que generan en la otra persona angustia u oposición, sí se podría denominar maltrato por abuso de poder entre iguales (Olweus, 1997). Por tanto, podemos decir que el principal motivo por el que se produce maltrato por abuso de poder entre iguales es el tener un estatus de poder dentro de un grupo que, de algún modo, apoya al acosador (del Barrio et al., 2003).
Queremos destacacar que este fenómeno no solo ocurre en las clases, sino que puede incluir episodios que suceden en el patio del colegio o incluso desde el colegio se extienden hacia otros entornos (Hoover, 1992).
No se deben etiquetar todas las conductas negativas que se producen en la escuela como violentas. Por ello se hace necesario distinguir estos conceptos entre sí.
CONCEPTOS ASOCIADOS

Conducta antisocial: Conductas dirigidas a ocasionar un daño a otros entendidos como individuos o como instituciones sociales.
Agresión: Conducta que se propone infligir un daño físico o psicológico a otro individuo (incluyendo como tal a especies animales no humanas).
Disrupción: Acción de interrumpir una actividad en marcha.
Disciplina: Puede entenderse como una rama del saber, como la instrucción de los discípulos, la formación mental y moral, y como control de la conducta.
Violencia: Alude a fenómenos de destrucción, fuerza y coerción que ocurren en las relaciones, la sociedad o incluso la naturaleza. Excede de las relaciones interpersonales y puede referirse al funcionamiento de la sociedad.
Conflicto: Confrontación entre, al menos, dos partes consideradas en principio incompatibles. En estas situaciones puede haber simetría de poder.
Desafecto o Indiferencia: Se trata más bien de una actitud, o tipo de (des)motivación, que va aparejada a conductas (interacciones) que muestran un desinterés por la escuela.
La agresión se trata de una acción puntual; mientras que el maltrato implica una conducta con abuso de poder sostenida en el tiempo. Por tanto, hay que tener en cuenta que el maltrato por abuso de poder es un tipo de agresión y, a su vez, la agresión es un tipo de conducta antisocial. Pero no todas las conductas antisociales son agresiones (p.e. actos vandálicos contra una institución pero no contra una persona concreta, como quemar una bandera; copiar en un examen...) ni todas las agresiones son maltrato por abuso de poder (p.e. una pelea puntual en el recreo, una agresión entre bandas...) (Del Barrio, Barrios, Van der Meulen y Gutiérrez, 2003).

¿Cuándo podemos definir una conducta como maltrato por abuso de poder?
Según Farrington (1993, citado en Guerin y Hennessy, 2002) hay una serie de criterios necesarios para definirlo. Estos criterios incluyen un amplio rango de comportamientos físicos, verbales o psicológicos; la intención de hacer daño, la repetición a lo largo del tiempo de dichas conductas, la ausencia de provocación y la presencia de un desequilibrio de poder que favorece al agresor. Cabe destacar que no todas las definiciones incluyen todos estos criterios.
- INTENCIÓN: que la persona ejerza el comportamiento abusivo con intención de hacer daño a otro, o que la víctima perciba la situación como intencionada (Tattum, 1989, 1997, citado en Guerin y Hennessy, 2002). Únicamente un 13,3% de niños creen que la intención es necesaria para que una conducta sea considerada como maltrato por abuso de poder (Guerin y Hennessy, 2002).
- REPETICIÓN: el maltrato por abuso de poder entre iguales son conductas negativas que son llevadas a cabo repetidas veces en el tiempo (Olweus, 1999). Estas situaciones generan estrés y ansiedad en las personas que son víctimas y es importante destacar que si el miedo perdura en la víctima aunque el incidente no se repita, se considerará la conducta como maltrato por abuso de poder (Tatum, 1997, citado en Guerin y Hennessy, 2002). Un 8,4% considera que la conducta abusiva debe ocurrir regularmente (Guerin y Hennessy, 2002).
- PROVOCACIÓN: se considera maltrato por abuso de poder cuando no hay provocación por parte de la víctima hacia su posible agresor. El 50,6% de los niños consideran que la reacción a una "provocación pasiva" se considera como maltrato por abuso de poder (Guerin y Hennessy, 2002).
- DESEQUILIBRIO DE PODER: en el maltrato por abuso de poder existe una relación de poder asimétrica en la cual las personas que están expuestas a las acciones negativas tienen dificultades para defenderse (Olweus, 1997). Las posibles fuentes de poder que generan este desequilibrio son: la fuerza física, la fuerza mental y el estatus social. Aunque la naturaleza de este desequilibrio no siempre se puede identificar.
Los niños que sufren maltrato por abuso de poder tienen su propia concepción de lo que les están sucediendo y sus propias estrategias para afrontarlo (Craham y Carrol, 2003). Es necesario tener conocimiento sobre las complejas interacciones entre la cultura escolar, el funcionamiento familiar y la cultura de iguales (Hepburn, 1997) para entender todos los factores que pueden influir en el desarrollo de los niños y las niñas. Además en el ciclo de primaria presentan un vínculo familiar fuerte y una necesidad de conectar con los pares que aumenta con el paso de los años.
También añadir que con el paso del tiempo y en relación con la consolidación de su estatus social o de la visión que tienen de sí mismos es importante trabajar para que no prefieran modelos de socialización asentados en unas bases de relaciones menos visibles, escondidas e incluso agresivas con los iguales con el interés de engrandecer su estatus o asegurar el mismo (Neal, 2010, citado en Bibou-Nakou, Tsiantis, Assimopoulus, Chatzilambou, Giannakopoulou, 2012).